¿Cómo impermeabilizar los zapatos? - NIUS

2023-01-10 18:47:15 By : Mr. chen li

Después de un otoño poco habitual en cuanto a las temperaturas se refiere, parece que durante el mes de noviembre sí va a hacer el tiempo típico de esta estación, en la que predominan las lluvias y los días fríos.

Así entonces, podría ser la hora de realizar, si todavía no se ha hecho, el tradicional cambio de armario al completo y sacar los abrigos y zapatos de invierno. Un calzado que, como los de piel, no están preparados o no son adecuados para mojarse, ya que se desgastan y causan, a su vez, que su vida útil se acorte.

No obstante, en NIUS te damos la solución a este problema. Por lo que si tus zapatos no son waterproof, es decir resistentes al agua, solo tienes que impermeabilizarlos. En este artículo te decimos paso a paso cómo hacerlo para que ningún zapato se quede guardado en el armario durante los próximo meses.

Del mismo modo que es muy importante mantener una buena limpieza del calzado, sea del tipo que sea, también lo es protegerlos de la lluvia, la nieve o la humedad, ya que todas estas condiciones metereológicas pueden dañar tanto los zapatos como botas o zapatillas.

A pesar de que existen innumerables productos específicos para impermeabilizar los zapatos, también se pueden utilizar otros caseros y más económicos. Uno de los métodos más eficaces y fáciles es echar cera de velas en los zapatos creando una película deslizante y por supuesto, impermeable. A continuación, te indicamos los pasos a seguir para convertir tus zapatos convencionales en unas botas de agua, en cuanto a características se refiere:

Asimismo, se aconseja repetir todos los pasos cuando se observe que la cera se ha desgastado y pueda haber filtraciones.

En el caso del calzado de piel o de cuero, puedes utilizar limpiador de muebles en spray y betún, productos que van a ayudar a proteger el material. Para este tipo de zapatos, el proceso es muy similar al anterior:

Aunque este proceso se puede llevar a cabo en cualquier momento, es recomendable hacerlo cuando el calzado esté lo más nuevo posible y repetirlo en varias ocasiones. En estos casos, tal y como dice el refrán, más vale prevenir que curar.