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El Mercado de Verónicas fue construido entre 1912 y 1922 y reformado en el año 1975. | L.O.
Estaba previsto que las obras arrancaran en 2022, pero los tiras y afloja entre el Ayuntamiento de Murcia y los placeros del Mercado de Verónicas ha hecho que el proyecto para la reforma integral de este histórico inmueble salte a 2023.
La Concejalía de Comercio ha dado su brazo a torcer y está modificando el proyecto inicial previsto para adaptarlo a las peticiones de los vendedores, por lo que la plaza recuperará su estado original con todos los puestos de venta en una única planta, la baja, lo que obligará a eliminar la segunda planta. Sin embargo, los titulares de los puestos no ceden y siguen negándose a abandonar el edificio durante el tiempo que duren las obras, algo que desde el Consistorio se ve inviable, al considerar que una obra de esta envergadura no se puede llevar a cabo con actividad comercial en el interior y vendiéndose en él productos frescos como carne y pescado.
Los técnicos de la Concejalía están ultimando el plano de cómo quedará la distribución de los puestos, según la propuesta de una única planta que han hecho los vendedores, un diseño que tienen previsto presentar a éstos en una reunión la próxima semana, según explica el concejal de Empleo, Comercio y Mercados, Juan Vicente Larrosa.
Sin embargo, Pedro Cerezo, vendedor en Verónicas y miembro de la directiva de la plaza, insiste en que «bajo ningún concepto vamos a salir de la plaza» y espera que en el próximo encuentro que tengan con los responsables municipales «estén abiertos a negociarlo y ver si existe la opción de hacerlo por fases».
La plaza de Verónicas fue construida entre los años 1914 y 1922 y se encuentra dentro del entorno BIC del Malecón. Y aunque originariamente tenía una única planta, en 1975 se levantó una segunda para darle mayor capacidad de venta.
«Ahora, al recuperar el formato original la plaza será impresionante debido a la altura que tendrá y la luminosidad que se ganará», apunta el edil responsable, quien confirma que Patrimonio de la Comunidad Autónoma ya ha dado el visto bueno al proyecto.
El planteamiento del Ayuntamiento es instalar una estructura semi-fija en el Plano de San Francisco, encima del aparcamiento subterráneo, para trasladar allí a los vendedores mientras que se lleva a cabo la obra en el interior del mercado, unos trabajos que tienen un tiempo estimado de 18 meses. «Ahí habrá espacio para todos los vendedores que hay actualmente e intentaremos reducir los plazos para que estén fuera el menor tiempo posible», insiste Larrosa.
Al perderse la planta superior hay que hacer una reordenación del espacio, lo que también conllevará una reducción de los puestos de venta. El concejal de Comercio explica que sólo se perderán unos 5-6 puestos respecto a los que hay funcionando en la actualidad, que son unos 62. Sin embargo, la reducción es mayor si se tiene en cuenta que hay otros tantos que están cerrados.
La nueva distribución aprovechará el espacio que dejará libre la escalera mecánica central para hacer una zona de cafeterías, manteniéndose el mismo porcentaje de puestos por sector, ya sean de carnes, pescado, frutas, etc. Y creándose dos obradores acristalados para carnicerías y pescaderías.
Dentro del proyecto de rehabilitación del Mercado de Verónicas de Murcia la Concejalía de Mercados ha planteado también la peatonalización de la calle lateral, la calle Plano de San Francisco, «con lo cual los clientes y visitantes ganarán también un gran espacio junto a esta emblemática plaza», señala el concejal Juan Vicente Larrosa.
Precisamente, en esta calle se encuentra uno de los accesos más utilizados por los compradores, entrada que quedará frente a la zona de cantinas y cafeterías, por lo que no se descarta que más adelante los titulares de los bares del interior puedan instalar terrazas y mesas en la zona exterior del mercado.
El proyecto para la rehabilitación de la principal plaza de abastos de Murcia tiene un presupuesto de 7,2 millones de euros, de los que 3 millones llegarán de fondos europeos y el resto será aportado por la Administración local. Las obras saldrán a licitación entre enero y febrero y se espera que estén adjudicadas en marzo, para comenzar con la construcción de la pérgola provisional. Esto llevará cuatro meses, tras lo que arrancarían las obras dentro, una vez que hayan salido los vendedores.
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